El poder Político
y la censura van de la mano.
El movimiento del 1968 en
México fue un suceso que representó una revolución cultural que tuvo como
resultado un cambio en lo político, social y económico, además fue un parte
aguas para los medios de comunicación, pues fue una tragedia que hasta el día
de hoy no se conoce la verdadera versión de lo que pasó aquel 2 de octubre que
no se olvida.
A pesar de los avances tecnológicos,
en la actualidad no se sabe a ciencia cierta lo que realmente pasó, pues los
mismos medios se han encargado de modificar la historia y esconder algunos
documentos oficiales con tal de mantener un control social como lo hace cualquier
partido político.
En su momento, Díaz Ordaz
dio la orden de censurar las atrocidades que se cometieron en esos días, aunque
la realidad era más que evidente, pues las personas que lo vivieron de forma
directa fueron testigos de ese hecho.
Al contrario, los ciudadanos
del resto de la república mexicana recibieron una información procesada por los
medios, mismos que fueron reprimidos desde ese momento con agresiones verbales
y físicas, impedían que se tomaran fotos y confiscaban a su paso cámaras y
películas fotográficas.
Este hecho histórico, fue un
claro ejemplo del control que tiene el poder político sobre los medios de comunicación,
pues por más de 4 décadas se mantuvieron escondidas evidencias claras como videos,
fotografías y documentos oficiales, que hace pocos años se hicieron públicos,
teniendo un impacto social, pero de menor escala a como lo hubiera tenido, si
se hubiera dado a conocer en tiempo real.
Es importante que exista más transparencia entre los medios de
comunicación, el poder político y la sociedad, ya que los principales afectados
en un descontrol o problemática social es el mismo pueblo, aunque es algo que
es difícil que se realice, pues lamentablemente el poder y la avaricia
modifican el comportamiento de los organismos y quienes los constituyen.
Ureta Guzmán Carolina